Existen muchos tipos y usos para pérgolas, pero básicamente existen dos tipos de pérgolas:
Pérgolas independientes. Suelen tener no menos de cuatro postes y se usan mucho para espacios reservados aparte en el jardín o terraza, así como para cenadores y comedores al aire libre. Muchas veces son usados también como cocheras independientes.
Pérgolas adosadas. Suelen anclarse a una pared o fachada de la junto a dos o más postes de sujección. Pueden ser grandes y así aprovecharse como porche o cochera.
Muchos clientes que nos encargan pérgolas en Cantabria nos comentan que se plantearon encargar este tipo de estructura a una empresa de multiobras o que incluso ellos mismos quisieron hacerlo todo. Pero definitivamente no es la mejor idea si tenemos en cuenta que el invento se nos puede venir abajo en cualquier momento.
Tengamos en cuenta que las pérgolas deben asentarse sobre suelos nivelados y firmes, y sujetas a la superficie con anclajes específicos.
Pérgolas de madera en Cantabria: de madera maciza o laminada
Hay varios elementos que componen una pérgola: postes, pletinas de soporte, escuadras, vigas y travesaños. Y puede realizarse con madera maciza de pino o de abeto.
Si es una pérgola de madera laminada, suele estar formada por secciones de madera termoselladas, lo que la hace más fuerte que la madera maciza de pino o abeto. Más resistente. Por esto es posible ver pérgolas de madera laminada con perfiles más gruesos y por tanto de mayor volumen. Es por esto que las vigas de madera laminada son usadas regularmente para muchas clases de estructuras.
El tratamiento de la madera también es diferente. Las pérgolas de madera de pino o abeto suelen protegerse de la acción de insectos y hongos, a la que la madera está tan expuesta. También se diferencian en si son pérgolas con tejado, toldo o cortinas.